Descenso de emergencia por descompresión

Una pérdida incontrolable de la presurización puede deberse a un mal funcionamiento del sistema o de un fallo estructural. En ese caso, las dos primeras acciones que la tripulación debe realizar son:

 

  • colocarse las máscaras de oxígeno
  • comunicar al resto de la tripulación: "descompresión rápida"

 

El comandante ordena el "descenso de emergencia" e inmediatamente el piloto al mando retrasa las palancas de empuje de los motores, extiende los aerofrenos (spoilers) y baja el morro del avión entre 10 y 15 grados para comenzar a descender. Al mismo tiempo, se comunica la emergencia al control de tráfico aéreo para que proceda a desviar de la ruta a los aviones que vuelen por ella.

 

Se conectan las dos bujías del encendido de los motores para evitar el apagado de los mismos y se activa la expulsión de las máscaras de oxígeno de los pasajeros. Estas máscaras saltan automáticamente si la altitud de la cabina llega a 14.000 pies.

 

El descenso de emergencia se puede realizar utilizando el piloto automático y la velocidad dependerá de la integridad estructural del avión. Si no se sospecha de daños en la estructura, la velocidad de descenso será la Velocidad Máxima Operativa/Mach Máximo Operativo (VMO/MMO).

 

Durante el descenso se calcula la altitud mínima en ruta y 1.000 pies antes de alcanzarla el piloto al mando retrae los aerofrenos para estabilizar el avión lo más suavemente posible a la altitud seleccionada. Si la altitud mínima en ruta es de entre 15.000 y 12.000 pies, la tripulación auxiliar debe cerrar la salida de oxígeno de las máscaras de los pasajeros. Si se hubiera agotado, transcurridos 30 minutos, habrá que descender a 8.000 pies (2.500 m) o menos.