Planeadores

Se trata de las aeronaves más aerodinámicas que existen y sus innovaciones no  sólo se aplican al resto de la industria aeronáutica, sino a otros sectores en que la velocidad es determinante como, por ejemplo, en los vehículos de  competición. Los retos de su ingeniería se centran en reducir al máximo la  resistencia aerodinámica, la resistencia inducida y el peso. Gracias a ello, se consiguen coeficientes de planeo que permiten volar distancias de 60 km con tan  sólo 1.000 m de altura a 150 Km/h de velocidad y ¡sin motor!.

Su vuelo depende, además de que el piloto sepa aprovechar las condiciones atmosféricas del entorno, del saber administrar la energía potencial que les confiere la altura y transformarla en energía cinética o velocidad que garantice la sustentación mínima que requiere la aeronave para volar. Estar a poca altura y lejos de la base implica necesariamente un aterrizaje en campo, de consecuencias siempre impredecibles y arriesgadas.

El piloto de planeador debe hibridar mejor que ningún otro aviador conocimientos en meteorología, topografía y aerodinámica, puesto que el vuelo depende de la interacción de esos tres factores que, bien administrados, son sus aliados.

El planeador dispone de los mismos elementos de control primario que cualquier avión y lo que más les caracteriza es la envergadura de sus alas que, según el  modelo, puede llegar a más de 17 m y velocidades próximas a los 300 Km/h.

Récords:

• El récord de ganancia de altitud en planeador se realizó volando en onda con una ascensión a 14.000 m.
• En 1995, dos pilotos franceses volaron a vela desde Vinon (Francia) hasta Fez (Marruecos) una distancia de 1.460 km en onda.
• En España se han alcanzado altitudes de hasta 8.000 m en onda de montaña.